Promover y reintegrar la dignidad de la persona humana para llevarla a un encuentro con la Vida, con la fuerza del Evangelio: ¡Cristo Resucitado! asumiendo los retos del mundo actual como Iglesia, haciendo así presente los valores del Reino.
Promover y reintegrar la dignidad de la persona humana para llevarla a un encuentro con la Vida, con la fuerza del Evangelio: ¡Cristo Resucitado! asumiendo los retos del mundo actual como Iglesia, haciendo así presente los valores del Reino.